Mariela Acevedo nació en Las Piedras en el departamento de Canelones y la guitarra y la improvisación la acompañan desde siempre. Su padre Flores Paz Acevedo era payador y amigo de muchos otros artistas. Cualquier motivo era motivo para su padre reunir los amigos y sus violas en vuelta de un asado o puchero en el patio de su casa. Por allá pasaron todos los payadores de su tiempo y como bien recordó Mariela "eran horas y horas sentadas en un banquillo oyendo mi padre y amigos a cantar, recitar y tocar la guitarra". En esa casa pasaron casi todos y ellos la oían cantar desde los 4 años de edad y más tarde a habían oído tocar su guitarra. Sr. Flores nunca imaginó su hija improvisando. Arte mucho más asociada a hombres valerosos, llenos de cultura, poesía, bohemia y libertad. Pero Mariela siempre intuyó que podría improvisar. Con la personalidad que tiene imagino la emoción, el conflicto que se pasaba dentro de ella en medio de esas ruedas y la gana creciente de duelar. En un día, en un de esos encuentros ella no pensó y se rompió a improvisar. Según ella, su padre le dio aquella mirada como quien dice "Calla te, YA!!!". "Eran payadores mucho importantes y la intención de su padre era respetar los invitados". Ética de los tiempos antiguos. Pero el "mal" ya estaba hecho. Todos allí descubrieron que la pequeña Mariela ya era grande y que podía improvisar. Que estaba en ella la inquietud e inteligencia necesaria para tocar ese arte. Un poco más tarde frecuentando "El Prado de Montevideo" que es el centro de la Payada oriental ella se entregó totalmente la profesión que de facto tiene todo que ver con su temperamento malaleche de artista, de poeta y filósofa que eres. De allí nunca más paró.
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El encuentro
Charlone y Pablo Vierci la conocieron durante las investigaciones para la película. Estaban en Tacuarembó durante una de sus visitas a las fiestas de la Patria Gaucha. "Quiero esa mujer en la película" dijo Charlone mientras Mariela payava en el escenario para más de miles de personas. La noche fueran a buscar Mariela en el backstage donde trocarón tarjetas. Ella estaba desconfiada, ella no conocia aquellas personas y ya estaba harta de cambiar tarjetas que no pasaban nada. Dio sus contactos a Cesar que explicó tratarse de cine. Nunca más volvió a pensar en el asunto. No esperaba nada pero "en esa vez llamaran de verdad y estoy honradísima, me siento súper valorada". Mariela dijo que siempre que vino a las Patrias Gauchas siempre sintió su imaginación fluir y retroceder al tiempo de Artigas. Misma cosa aconteció con Charlone, Vierci, Sérgio de León - 1er. Ast. de Dirección junto a Daniel Hernández y Mariana Pereyra los directores del Arte cuando estuvieron por allá.
"Siendo mujer y teniendo todas las informaciones que tengo de mis investigaciones en la historia del Uruguay persistir en la Payada fue dificil porque es una arte históricamente machista. En el mundo hay solamente 5 payadoras. Hay una scena en la pelicula donde el grupo de Artigas rejeitan mi payada. Esa scena es extremadamente real. Pero en el me rejeitarón en aquelle momento justo para asombrar a todos en ese que estamos rodando ahora".
En las grabaciones con el grupo de gauchos y oficiales de Artigas fue incluida de entre la gente de igual para igual y le asombró como el equipo de dirección sacava la interpretacion de la gente del campo que nunca huviera actuado. Te hacen sentir bien integrados la mission de cada cena. Ella participó de talleres con Chris Duurvoort el coach de actores dela película para vivir Tereza una mujer de la vida que sigue el êxodo oriental.
Los otros artistas payadores que dividieron el escenario del Ayuí con Mariela son los grandes José Curvelo, Juvenal Martinez, Gustavo Guichón y Gabriel Luceno
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